lunes, 25 de junio de 2012

Historia de una ausencia

Día 1:

ALAN:

Saqué la cabeza por la ventana. No para gritarle al vecino ni para ver si estaba bueno, sino para mirar un avión surcar el cielo. Y pensé: es posible que Sophie esté en ese avión.

SOPHIE:
And then I saw your face in the airplane window.


DÍA 2:

ALAN:
Estaba en New York, concrete jungle where dreams are made of. Cumpliendo mi sueño. Y Sophie cogía ese avión para luchar por los suyos. Y no la culpaba por ello.

SOPHIE:
¿Me culpará por irme? No quise dejarle solo, de verdad. Pero mi sitio ya no estaba allí. Nunca lo estuvo. Y no podía rechazar la oferta de una editorial española que prometía editar mis libros. No podía.

DÍA 3:

ALAN:
Salí de casa y me sumergí en la multitud, en las calles luminosas, Broadway y los taxis amarillos. Los putos taxis amarillos que nunca conseguías coger. Y pensé: si Sophie estuviera aquí bastaría con que enseñara cacho y los taxis, por fin, pararían.

SOPHIE:
Cogí un taxi para ir del aeropuerto de Barcelona a la editorial donde tenía mi entrevista. Y nada más entrar lo supe, el taxista era condenadamente gay. E imaginé todo el flirteo que habría habido entre él y Alan si estuviera allí. Y aunque en el momento habría fingido estar incómoda, en el fondo me habría encantado esa cómoda familiaridad que nos rodeaba.

DÍA 4:

ALAN:
Llevaba poco tiempo allí pero con Sophie me había hecho asiduo de un pequeño bar totalmente neoyorkino, sin las prisas, agobios y superficialidad de la ciudad, pero con la magia y espectacularidad de las pequeñas cosas y las cosas bien hechas. Me senté en nuestra mesa de siempre. Sonreí a la camarera, que sin duda notó la ausencia de Sophie aka tensión sexual no resuelta pero no preguntó nada. Y pedí una pepsi para sentirla un poco más cerca.

SOPHIE:
Una tarde el calor sofocante de Barcelona me llevó a una pequeña cafetería cercana a mi nuevo apartamento. Por un momento estuve a punto de llamar a Alan para que viniera. Luego recordé los 6157 km de distancia. Y pedí un cacaolat para refrescar la memoria y evitar la ausencia.

DÍA 5:

ALAN:
Después de dos meses en Nueva York una discográfica se había interesado por mi maqueta. Pero necesitaba más material, canciones no más maduras sino más actuales. Actuales en representación de mi estado anímico en estos últimos meses, no en cuanto a tendencias musicales.

SOPHIE:
Actualmente mi libro, mi primer libro, está a punto de ser publicado. Recuerdo cada momento que me llevó hasta ese día y aparecen en mi mente las palabras de apoyo de Wendy y Alan, viene a mi mente el mes que pasé con él en NY donde me ayudó a terminar mi segundo libro. No habría superado ese estancamiento sin él.

DÍA 6:

ALAN:
25 de Junio de 2014. El mundo se paraliza. Ceremonias y galas, una vez más, que conmemoran el quinto aniversario de la muerte de Michael Jackson. Y recuerdo aquel día como si fuera hoy, comentando la noticia con Sophie por Messenger. Y pienso en todas las muertes que por desgracia hemos vivido juntos.

SOPHIE:
Compro el periódico. Tal vez sea un mero hábito cotidiano de periodista que nunca llegó a ejercer y que siente cierto compromiso hacia su profesión en una vida paralela en la que sus sueños no se hubieran hecho realidad. Porque a veces no tengo tiempo ni de ojearlo, la verdad. Pero ese día una portada me sorprende. Quinto aniversario de la muerte del Rey del Pop. Ya han pasado cinco años... No recuerdo muy bien si fue él quien me lo dijo o yo a él, pero recuerdo haber compartido con Alan esa noticia. Cinco años... y pienso en toda la vida que por suerte hemos compartido.

DÍA 7:

ALAN:
Me siento en la hierba de Central Park. Bajo un árbol que habrá visto más historias de las que yo viviré, a la sombra de una luz que me guía, para que ésta no me ciegue. Fuí allí buscando inspiración, pero ésta aparecio en mis recuerdos. Sophie.
Gonna write a song so she can see, give her all the love she gives to me, talk of better days that have yet to come. Never felt this love from anyone. She's not anyone. She's not anyone.
SOPHIE:
Me siento en la cama con el ordenador sobre las piernas a escribir los agradecimientos que irán con el libro. Y pienso en que él lo leerá solo en Nueva York. Y las palabras casi vienen solas a mis dedos:
En el lobby de mi oscuridad aprendí a valorar la claridad que había en ti. Espero que alguna luz te muestre también esa claridad.
Águeda Volta.
DÍA 8:
 
ALAN:
Anuncian por todas partes la última película de Superman. Me paro delante del cartel. Meh, el actor está bueno. Y aunque no creo demasiado en los héroes me gustaría que uno me llevara volando en un segundo a mi ciudad. Adoro Nueva York, pero al mismo tiempo también echo de menos Pontevedra. Inconformismo constante con respecto a el lugar y situaciones en que vivo.
 
SOPHIE:
Cojo mi Mp4 y suena la canción Hero de Mariah Carey: So when you feel like hope is gone, look inside you and be strong. And then you'll finally see the truth, that a hero lies in you. Es extraño, pero creo en los héroes, creo que hay un héroe en cada uno de nosotros, aunque no todos llegan a salir a la luz. No uno como los de las películas, sino en sentidos muy distintos, héroes cotidianos. Y entonces recordé que iban a estrenar otra película de Superman, pero a penas la había visto aquí anunciada. Y eché de menos esos carteles enormes y esas pantallas que llenan las calles de Nueva York con constante publicidad de todo tipo. Extraño Nueva York.

DÍA 9:

ALAN:
Un mensaje! Es de Sophie. Es friday night y estoy de fiesta con unos amigos recién hechos y considerablemente gays. Aquí hay gays everywhere, el paraíso. Salgo a la calle para leer más tranquilo sus palabras:
En la vida, cada uno toma diferentes caminos; pero no importa a donde vayamos, llevaremos un poco de cada uno a todas partes.
Tim McGraw.
Sonrío en la noche neoyorquina.

SOPHIE:
Salgo de la ducha y cojo el móvil. Alan me ha respondido. Es un pequeño juego que seguimos, mandarnos citas famosas de alguien que nos recuerden al otro. Su respuesta:
La vida sin pene no tiene sentido.
Javier Pampín.
Estallo en carcajadas y sin querer despierto a la chica que me espera desnuda en mi cama, que me mira confundida. Por supuesto que sí Alan, por supueeeesto que sí.

DÍA 10:

ALAN:
Echo de menos la playa. Y recuerdo la primera vez que fui con Sophie y nadamos hasta las boyas. Conocí a un universitario el otro día e inmediatamente pensé en mi etapa en la uni y en el día que le dije a Sophie que ya lo había hecho. Y pienso en nuestro árbol en Santiago. Who's Judy? Escucho que alguien dice por la calle. Hace tiempo que no me engancho a ninguna serie y la verdad es que pocas consiguieron engancharme como Glee. No juego una partida de billar sin pensar en el Estrella. Y mentiría si dijera que no he vuelto a tomarme 13 chupitos de tequila. Pero nunca he vuelto a bailar el día de mi cumpleaños, bajo la lluvia, en una plaza vacía. A veces, por chorradas, echo de menos a Sophie.

SOPHIE:
La primera vez que fui a la playa en Barcelona recordé la primera vez que fui con Alan. Nos ví en la toalla, tomando un helado, mientras yo miraba a una chica en bikini. Cuando paso por delante de una de las facultades de aquí, no puedo evitar pensar en mis años en Santiago y en Wendy y Alan entre el público el día de mi graduación. Spies!!! Veo tantas series como siempre pero muy a menudo frases de glee vuelven a mi vida, sin venir a cuento, y me hacen reír. No he vuelto a NO encontrar otra cisterna, ni he vuelto a ver otra edición de Grande Frateeeeeelloooo. Pero cada guitarra me recuerda a las de Alan y aún conservo el Cd que me grabó con nuestras canciones. Te echo de menos.
One more time, thanks for the memories.
DÍA 11 (y útlimo):

ALAN:Cojo un avión hacia España. Es 15 de agosto del 2014. Tengo planes para mañana desde hace 4 años. Y ni siquiera hemos hablado de si ella va a poder venir, pero confío en que sí. Llego al río y la veo sentada en nuestro banco. Sonrío. No ha cambiado mucho desde que la vi en Navidad. Está guapa, el amor le sienta bien. Pero no se lo diré. Jum. Aquí la única reina seré siempre yo. Me abraza. Tras una serie de ñoñerías sentados en el banco nos dirigimos a un bar, El rumore ya no existía y aunque este sitio tampoco estaba mal, los camareros estaban menos buenos. En fin. Pasamos todo el día juntos recordando viejos tiempos. VIEJOS. De pronto me siento viejo. Y estoy a punto de entrar en pánico. Pero ella me pregunta por Chris y sonrío. Y le cuento todos los detalles de nuestra relación... todos todos no, pero casi. Me sorprende que parezca tan incrédula respecto a mi relación con el sueño andante de mi adolescencia, yo siempre supe que todo resultaría así. Sophie me invita a su casa estas Navidades y no lo dice, pero me da la sensación de que ya vive con su novia. Me alegro tanto por ella. Parece feliz. Mantenemos conversaciones por skype a menudo pero aún así, la voy a echar de menos hasta que nos veamos las próximas vacaciones. La acompaño a casa. Te quiero bollera. Nos abrazamos. Entra en el portal en el que alguna vez dormí y sonrío mientras me dirijo a casa. Suelo pensar en ello cuando voy, es uno de mis pequeños secretos. E intento NO pensar en lo que Sophie pudo hacer en ese portal durante su hormonal adolescencia. Mientras camino pienso en el verano que me espera en Los Angeles junto a Chris. ¡Menudo día! Sophie,
We might be apart but I hope you always know, you'll be with me wherever I go.

SOPHIE:Cuando ya estoy llegando al aeropuerto de Vigo me doy cuenta de que ni si quiera me ha dicho si puede venir mañana. Más le vale. Duermo esa noche con ganas de verlo y antes aprovecho la expectación para escribir. Le veo a lo lejos... o al menos creo que le veo. Mi vista sigue sin ser de fiar desde 2010. Se acerca más y definitivamente es él. NY no le ha cambiado mucho en estos años, pero ahora viste mejor, más accesibilidad a ropa distinta, básicamente. Pero sigue teniendo los mismos aires de reina del orgullo. JA. Pero a mi nadie me quita que voy a ser el rey león. Le abrazo. Y tras una serie de comentarios preciosos y de ponernos al día, vamos a un bar de ambiente, el que hay. Y aunque no está mal se lo que piensa Alan: no es El Rumore, los camareros estaban más buenos. En fin. Compartimos ese día que habíamos planeado desde hace tanto tiempo y recordamos todo lo que hemos vivido juntos y no hay nada que me parezca más mágico que dos viejos amigos que siguen tan unidos como siempre compartiendo un día planeado hace años. Le pregunto por su novio famoso. Detalles. ¡DEMASIADOS detalles! Pero sonrío al verle feliz y al pensar como ha resultado la vida, que no ha dejado de sorprenderme. Y hacemos planes para que vengan junto a mi familia a mi casa de Barcelona estas Navidades. Aún no le he dicho que Paola, mi novia italiana, se acaba de mudar conmigo. Parece feliz. Me alegro tanto por él. ¡Y además paga él las copas! Leo siempre sus tweets e intento mantenernos en contacto, pero aún así le voy a echar de menos. Me lleva hasta el portal. Te quiero pequeño. Nos abrazamos. Entro y cierro la puerta detrás de mí. Sonrío mientras empiezo a subir la rampa. Miro hacia atrás pero ya no está. Es uno de mis pequeños secretos, siempre miro hacia atrás cuando vienen a acompañarme. Pero siempre se han marchado ya. Y pienso en que tengo que hacer la maleta para volver el lunes al trabajo en Barcelona. Lo he pasado en grande hoy y aunque voy a extrañarle supongo que él también lo sabe:
We might be apart but I hope you always know, you'll be with me wherever I go.

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