Siempre he creído que de haber tenido más tiempo lo habría atrapado en tus
labios. Y aunque fuimos unas inconscientes con respecto a lo que aquello
suponía, temerarias incluso, yo tenía conciencia plena de cómo temblabas en mis
manos.
Aquella noche desgaté mi
memoria y borré todo lo anterior a ti; nunca podría compararte. Reventé mis
sentidos hasta el punto de que todo lo que notaba en mí eras tú. Cada vez que
respirabas como si aquello fuese a ahogarte en cualquier momento. Cada vez que
me agarrabas por si aún quedaba algún espacio entre las dos. Cada vez que me
mordías con impaciencia como si llegase tarde a un momento que llevaras toda la
vida esperando.