lunes, 15 de mayo de 2017

Incendios de nieve (II)

“Creo que he vuelto a la vida
pero aún te busco en las causas perdidas.
Permanezco quieta, callada, estática,
cuando en realidad tengo electricidad en el alma
mil palabras guardadas
y algo en la mirada.

Dicen los bares que hablo de ti
y mis amigos que me ven distinta,
que mi sonrisa ya no ilumina ciudades
y que me escondo detrás de medias verdades.


Sospecho que tienen razón
esta madrugada que escribo por no soñar
y esas noches que gimo por no llorar.

Hay pesadillas que encogen el alma
que hablan de miedos de los que tú no hablas,
y yo temo encontrarte de repente
casi tanto como no volver a verte.
Ahora que lo consulto con la almohada
tres meses a tu lado no son nada,
me saben a poco,
me hiere tu ausencia,
me falta tu risa,
tu acento italiano,
tu cara, tus ojos, tus labios…
Y eso que no me has dejado ni probarlos…


Mi niña mimada…
Tan cambiante como el mar que acompaña tu mirada
Tan frío y tan calor
Tan tuya y de nadie.

Si la vida tarda en juntarnos
recuérdale que me hace daño,
que soy paciente pero no de piedra,
que sé esperar pero que el tiempo vuela.

Me gustaría hablar con tus fantasmas
esos que llevas tan dentro que no eres consciente
que revolotean por tu espalda
y enturbian tu mente.
Me gustaría susurrarte que seas valiente,
que no escuches a los monstruos que te acechan,
que en mis labios tengo todas las respuestas.” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario