martes, 24 de julio de 2012

Yo también digo palabrotas.


Soy de esa clase de chica que hará lo que sea por hacerte feliz cuando te conozca. A ti, a esa persona que espero desde siempre. Esa chica que sabrá tratarte bien, intentará ser elegante y adecuarse a la situación y de la que (espero) te sentirás orgullosa en una gran fiesta o en una pequeña reunión familiar.
Pero también soy la chica que te mandará mensajes inapropiados para hacer que te sonrojes allá donde estés, la que te sacará corriendo de una fiesta porque está deseando llevarte a casa. Soy la chica que escribe en los cristales empañados de un coche, que pone la música a todo volumen y que, junto a ti, “hará del caos un arte”.
No conocerás lo que es un verdadero y adorable mensaje de voz en plena borrachera hasta que yo te los deje en el buzón. Porque soy del tipo de chica que bebe cerveza, chupitos de tequila y vino malo en peñas. Soy la que no come cuando tiene resaca, la que siempre está dispuesta a irse de fiesta y la que sale con sus amigas como si no hubiera mañana (contigo también haré que el hoy sea lo que importe). No me quedo en casa a contemplar la vida y haré que la nuestra sea memorable.
Soy el tipo de chica que se iría con sus amigos o contigo en un coche a la aventura, parando sólo dónde y para lo que queramos, sin nada planeado hasta el momento de coger el volante. Impulsiva. Irreverente. Contradictoria. Incompleta. Si te has burlado cariñosamente de mí te odiaré mientras te abrazo. Contigo nunca esconderé lo que pienso, no me callaré en una discusión, llevo haciéndolo demasiado tiempo. Intentaré que no fumes, pero de vez en cuando me verás con un pitillo. Te diré que me muero de sueño pero te mantendré despierta toda la noche. Fingiré no prestar atención cuando me señales algo en un escaparate solo para un día sorprenderte con ese regalo. Te escribiré historias sin final y así contártelas de noche, cuando llegues a casa. Defenderé que el matrimonio es más que un papel pero seré la mujer más feliz del mundo en nuestra boda.
Soy la que se suelta de vez en cuando, comete errores y no siempre está de buen humor, pero intenta hacer del mundo su casa y eso no se consigue siendo la niña falsamente angelical cuya sombra vislumbro a veces por las calles. No soy perfecta. Ni fingiré serlo.
Soy esa clase de chica de la que espero un día te enamores.
Y sí, de vez en cuando yo también digo palabrotas.

4 comentarios:

  1. Juuuu qué bonito, yo quiero a alguien que se parezca a eso :D Ojalá el texto fuera más largo, no me cansaría de leerlo ;)

    ResponderEliminar
  2. (Este texto me ha hecho pensar...)
    Conozco a pocas personas tan románticas como yo misma, pero desde luego creo que una de ellas eres tú.
    La gente acaba descomponiéndose con el tiempo, ¿no?
    Pero es que nadie sabe que soñar rejuvenece. Lo del comentario de antes, marcarse los objetivos.
    Me encanta leerte.
    (Casi tanto como que me lo leas tú misma)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con comentarios como este haces que se te eche infinitamente de menos.
      Soñar no solo rejuvence si no que detiene el tiempo en los momentos que siempre querrás recordar.
      Me encanta que me leas, casi tanto como leerte yo a ti.

      Eliminar