viernes, 3 de junio de 2011

Vive

Vive. Respira. Deja que el tiempo te atrape sin sentirte atrapado. Canta a todo pulmón y déjame escucharlo. Y escuchar tus carcajadas desde la otra punta de la casa. Conserva los buenos recuerdos, no los idealices, no es necesario, porque habrá otros y quizás incluso mejores. Escribe, sin miedo, sinceramente, por ti y no por los demás. Porque como dice una de esas canciones que tanto veneras “existir es sentir, aquí sentir es escribir”; o al menos así es en esta casa.
Afronta la vida sabiendo que te hará daño en repetidas ocasiones, pero aprende de ello para que al menos esa ocasión no se repita. Ten en mente que la vida a veces es una mierda, pero quizás es la mejor mierda que podría habernos pasado; es irrepetible, es inigualable, es indescriptible. Pero nos pasaremos los días intentando describirla con palabras, tú con tu rap y yo con mis frases sin música aunque espero que con algo de armonía.
Pero sobre todo tennos en mente, “you’ll never walk alone”. Cuando algo vaya mal: piensa, ten paciencia, coge un teléfono, da un abrazo, no te alejes, no te aísles; porque, al menos yo, aquí estaré. Déjame compartir contigo no solo los recuerdos de lo que ya hemos vivido, sino también de los que vendrán. Estuviste en cada día importante de mi vida y quiero que siempre sea así.
Cuando pierdas a alguien a quien querías piensa en lo bueno y en que vivir te da la oportunidad de volver a encontrar gente con la que compartir más buenos momentos, pero también los malos.
Te pido perdón si alguna vez no supe escuchar lo que decías en silencios. Te pido perdón si también yo usé demasiado esos silencios. Haremos borrón y cuenta nueva, sin emborronar lo bueno.
Cree en ti, yo lo hago; diría que con fe ciega pero no es así, porque lo hago precisamente porque puedo ver la clase de persona que eres. Por ello y por un millón de cosas más (pero que no contaré en un blog) tienes mi amor incondicional de hermana. No lo olvides.

No hay comentarios:

Publicar un comentario