miércoles, 29 de mayo de 2013

Hay días en que renegarías de tu naturaleza impar....

Aprecia lo que tienes aunque lo que tengas no te aprecie a ti.

Quiéreles como si no hubiera mañana. 

Oblígate a sonreirles, incluso en el peor de tus momentos. 

Se siempre tú. 

Entrégate al doscientos por cien, sin reservas ni añadidos. 

Espera tanto de la vida como de ti misma. 

Piensa tan bien de ellos que no pueda abarcarlo un solo pensamiento.

Recorre la vida de norte a sur, recogiendo a un viajero en cada parada. 

Se fiel a tus principios... y a tus finales, perfectamente melancólicos.

Habla de ellos como si acabaran de irse por la puerta, recuérdales como si siguieran aquí.

Borra todos sus mensajes y memoriza sus gestos, sus marcas.

Invítales. Se generosa. Se constante. 

Pierde la última mano solo ante un poker de ases. 

No les retengas, vendrán solos. 

Sáltate los peajes para verles antes. 

Estudia los puntos fijos de vuestro mapa incompleto. Cómpletalo. 
Aunque tengas que poner más de tu parte.

Porque es probable que si cumples todo lo anterior siempre seas tú quién pone más de su parte. 

Ponte en la lista de espera.

Porque si te das cuenta, en todos los verbos anteriores la única persona eres .  Y la soledad no compartida ya no es tan divertida. Sobre todo cuando has llegado a compartirla con la gente equivocada.


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